Plasmatics «Coup d´Etat».

Este es uno de esos discos espléndidos, legendarios y únicos, creado para clavarse en la médula y en los oídos de cada oyente, cualidades que mantiene intactas tras el paso de más de cuatro décadas. Contiene diez canciones producidas con un sonido durísimo, buenas melodías y una voz tan desgarrada como desgarradora, en sentido literal. Desde los papiros de Vientos de Estigia, rendir tributo y recuerdo a la figura de Wendy O. Williams es una tarea obligada.

Desde el surgimiento en Nueva York de PLASMATICS, mítica banda en la que forjó su leyenda, durante su periodo en solitario bajo la abreviatura simbólica WOW y en los posteriores coletazos estratégicos, la carrera musical de Wendy Orlean Williams constituyó algo único. Dicho recorrido despegó desde un crudo, siniestro y agresivo sonido Punk hasta desembocar en las mareas del Hard Rock y del Heavy Metal. Una vez adquirida esta última capacidad de navegación, y por lo tanto, tras haber subido el escalón decisivo para la adaptación y supervivencia en un mercado musical más exigente en el que poder desplegar sus aptitudes sin perder su característica esencia “destroyer”, esta trayectoria fue continuada mediante una tremenda actitud de postpunk metalero.

Wendy jamás dejó de lado su personal estilo visceral, muy impregnado en un primitivo e inequívoco sello de autenticidad que le sirvió para definirse y diferenciarse de forma concisa. Sus grabaciones evolucionaron desde los delirios de unos bizarros inicios Shock Rock-Punk que se iban afilando en cada entrega, primero con los previos tanteos seminales en forma de escuetos lanzamientos que sirvieron de base para después crear la andanada “New Hope for the Wretched” (1980). Su siguiente paso consistió en acercarse al Heavy con los trabajos “Beyond the Valley of 1984” y el EP Metal Priestless, ambos editados en 1981; estos discos perfilaron el estilo y desembocaron en Coup d´Etat” (1982), que, sin dejar de lado su marcada entidad, derivó por terrenos sónicos relativamente cercanos a la onda de AC/DC, MÖTORHEAD o BLACK SABBATH, aunque con la aplicación de mayores trazas de dureza, dada la intensidad de las intenciones instrumentales y de la propia producción.

Como inciso en solitario, Wendy pasó a sofisticarse con inevitables esencias de los mismos KISS mediante el disco “WOW” (grabado en 1983, publicado en 1984), bajo la producción de Gene Simmons, para, casi sin tiempo de respirar, dar el salto a un vagón de duras trazas Speed Rock, denominado Kommander of Kaos” (grabado en 1984, lanzado al mercado en 1986). Como cierre de lujo y de nuevo bajo la insignia PLASMATICS, entregó un trabajo enmarcado en sus esencias primigenias, a través del sonido Metal Punk mucho más destructivo de Maggots: The Record” (1987), con un aspecto sónico perfectamente ajustado a aquella segunda década de los años ochenta en la que se impuso el Thrash Speed por parte de centenares de bandas.

Podría parecer que ahí se cierra el gran capítulo, pero no: tras tan intensa actividad, se atrevió con un especial trabajo en solitario, titulado Deffest! and Baddest! (1988); a pesar de que la experimención ejercida en sus surcos difería de la “línea editorial” plasmada en su carrera, dicho a grandes rasgos aunque sin fisuras, no dejó de constituir una forma de hacer tan bruta, bestia y honesta como otra cualquiera, al menos para alguien que no se andaba por las ramas. Pero hoy toca hablar del flipante Coup d´Etat”, así que arrancamos con la memoria hacia el productivo y glorioso año 1982…

Tras llevar unos años bajo tutela artística de Rod Swenson (gran amigo y compañero de batallas, mano derecha de Wendy e instigador de la criatura audiovisual PLASMATICS) y teniendo en cuenta que desde 1979 el Heavy Metal se engendraba en una nueva mutación, especie de disociación entre un sonido nuevo que a su vez se multiplicaba en estilos y la reinvención del más duro Hard Rock británico mediante un movimiento tan “creativo” como comercial denominado New Wave of British Heavy Metal (NWOBHM)… había que posicionarse. El Punk estaba bastante finiquitado, salvo en las catacumbas del romanticismo underground; para PLASMATICS, eso no significó tener que renunciar a su actitud y estética, sino que resultó un aliciente oportuno para poder transformarse en una criatura mucho más voraz y contundente. La banda tomó lo mejor de cada escena, y lo hizo sin forzar demasiado, pues el resultado obtenido parecía el producto de las férreas convicciones de una mente productora y de unos músicos bien acoplados a su campo. De hecho, hay que incidir en que, con la deriva musical de su anterior EP “Metal Priestless”, estaban advirtiendo a los oyentes sobre la dirección a seguir.

Coup d´Etat” fue realizado por una formación de lujo: Wes Beech (guitarras), Chris “Junior” Romanelli (bajo eléctrico y teclados), Richie Stotts (guitarras), T.C. Tolliver (batería) y Wendy O. Williams en las tareas vocales. Tras grabar un rabioso demo en Nueva York (editado en el año 2002 bajo el título “Coup de Grace”), se decidió replantear el material con el productor europeo Dieter Dierks. Los propios participantes aluden a la absoluta disciplina a la que estuvieron sometidos en cuanto a realizar numerosas horas de ensayo para pulir y definir cada detalle de la nueva música, así como a las fórmulas de trabajo en el estudio de grabación, principalmente enfocadas en que las bases rítmicas resultasen metronómicas y contundentes. El sonido del disco resultó una conjugación de asentados cimientos, guitarras despiadadamente agresivas y una voz poderosa que arrasaba con todo. En relación a la maqueta previa, solo quedó sin incluir la canción “Uniformed Guards”.

El caso es que esas nuevas grabaciones ofrecieron un producto de primer nivel comercial para el mercado del Hard Rock / Heavy Metal, y Coup d´Etat” se insertó de inmediato en la línea de tiempo junto a los trabajos de IRON MAIDEN, JUDAS PRIEST, AC/DC, MÓTORHEAD, VENOM, ACCEPT, SCORPIONS… y de muchas otras agrupaciones como SAXON, MANOWAR, OZZY OSBOURNE…

En comparativa análoga, podemos citar los discos editados ese mismo año por parte de algunas de las citadas bandas: “The Number of the Beast”, “Screaming for Vengeance”, “For those About to Rock” (este salió a finales de 1981, aunque hay que contar con su importancia contextual y aura de influencia, continuadora de “Back in Black”), “Iron Fist”, Black Metal”, “Restless and Wild”, “Blackout”… así que, en definitiva, Coup d´Etat” jugó su partida en el Olimpo de la escena Heavy. Precisamente porque, al margen de la calidad de sus diez sólidas canciones o de la exclusividad del grupo, formó parte del gran equilibrio creativo y de retroalimentación que la labor de cada una de estas bien reconocidas bandas, con mayor o menor trayectoria en ese momento, aportó al panorama de cara a asentarlo y, de paso, a explotar a través del despliegue variopintro que se produjo en el movimiento Heavy a partir de 1985/86. Pues bien, en el mágico 1982, la banda PLASMATICS jugó en primera instancia, con la salvaguarda de sus grandes tablas y de un buen hacer envidiable.

La portada del disco es muy descriptiva respecto al contenido sónico: aplastante como un engendro mecánico inmisericorde. Es difícil poner una canción sobre otra, aunque sería injusto no destacar las tres primeras, en orden de aparición: “Put Your Love in Me”, “Stop” y “Rock’n’ Roll”. Pegadizas y efectivas, que se encadenasen en ese orden no fue una casualidad. Potencia, gancho y pura garra, plena táctica de continuidad funcional y muy buena alternancia de tonalidades, algo que, por otra parte, se produce en toda la extensión del trabajo. Además de las bondades y variaciones impresas en cortes rugientes y descarnados como “Mistress of Taboo”, “Path of Glory”, “Country Fairs”, «Just Like on TV» y «Lightning Breaks», se incluyó una potente versión de “No Class”, original de MÖTORHEAD, más marcada, bestia y Heavy que la original, a costa de perder ciertos matices exclusivamente “autóctonos” de aquel himno grabado por Lemmy, Clarke y Taylor en 1979.

Y hay que citar “The Damned”, la canción que cerraba la cara B y que además fue escogida para realizar un brutal videoclip de corte distópico, en el que, ni más ni menos, la banda ejercía su característica vena escénica efectista y materialmente explosiva. Wendy y los suyos llevaban gran ventaja en ese tipo de performances, y en este caso, el objetivo superaba los límites y la audacia del pasado. El clip se emitió por la cadena MTV, como parte de la jugada de Capitol Records, sello discográfico ocupado del lanzamiento del disco.

En conclusión: Coup d´Etat” es el mejor trabajo jamás grabado por Wendy O. Williams, y uno de los mejores discos de Rock de la historia. Una muestra de cómo una banda puede actualizar su sonido sin perder esencia y a la vez entrar en nuevos terrenos casi antagónicos. Y la cumbre de un grupo inimitable que, tras aquel suceso, se evaporó (todo tiene un duro precio), a pesar de los puntuales latigazos posteriores. El presente en marcha constituye un caótico y buen momento para recordar este compendio musical atemporal y pincharlo bien alto, tanto si se conoce como si está por descubrir… improbable, pero no imposible. Sirvan estas resumidas y sintetizadas líneas como homenaje y recuerdo a la grandísima Wendy O. Williams, rebelde sin causa por fuera, rebelde con causa por dentro. En todo caso, alguien irrepetible que, a través de su legado musical, dejó una inolvidable impronta en quienes fueron marcados con el fuego de su enfurecida voz.

Texto: © J. Bass (Vientos de Estigia).

Artículo de carácter cultural y lúdico, exento de afán comercial. Los logos e imágenes pertenecen a los poseedores de los derechos.

No está permitido utilizar este texto o parte del mismo sin citar la autoría y la fuente original de publicación.

Scroll al inicio
Resumen de privacidad

Esta web utiliza cookies para que podamos ofrecerte la mejor experiencia de usuario posible. La información de las cookies se almacena en tu navegador y realiza funciones tales como reconocerte cuando vuelves a nuestra web o ayudar a nuestro equipo a comprender qué secciones de la web encuentras más interesantes y útiles.