Ahora toca insertar la típica serie de fotografías del entorno natural y sus habitantes, como continuación de la ristra publicada en el post anterior. Normalmente, me gusta compartir imágenes potables, descriptivas, incluso especialmente hermosas (siempre sujetas al nivel básico en el que me muevo técnica y teóricamente), pero hay animales que no deben ser mostrados, ni por la delicadeza de las especies en sí ni por los lugares en los que se han realizado las fotografías, algo en lo que vuelvo a incidir, a nivel de comportamiento ético sobre la mera exhibición o impulso egocéntrico que apunta a la irresponsabilidad. Entre las imágenes publicadas más arriba y las que vienen a continuación, se pueden contabilizar las siguientes especies, con las repeticiones pertinentes: Abejaruco, águila calzada, alcaudón dorsirrojo, ánade real, busardo ratonero, caballo, carbonero común, cernícalo, chochín, cigüeña, colirrojo tizón, corneja negra, cuco, curruca capirotada, escribano soteño, escribano triguero, estornino negro, garza real, golondrina, gorrión común, gorrión molinero, graja, grajilla, halcón peregrino, herrerillo común, lagartija, lavandera blanca, martín pescador, martinete, milano negro, mirlo, mito, mosquitero ibérico, paloma bravía, paloma torcaz, pardillo, pato criollo, pavo real, petirrojo, pico picapinos, pinzón, pito real, ruiseñor común, tarabilla, torcecuello, tórtola turca, trepador azul, urraca, verdecillo, verderón, zarcero, zorro, zorzal.